El toque artístico y un entorno acogedor destacan desde la entrada al plantel, situado en el reparto Raúl Sánchez, uno de los construidos por la Revolución, en la capital pinareña.
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En ese lugar cuatro jóvenes promueven arte y son alma y alegría del colectivo.
Entre ellos figura Marilé Lóriga Fonticoba, una expresiva muchacha, a tono con la profesión que escogió.
Tan pronto comenzamos a hablar percibí el amor que siente por su trabajo.
Graduada hace siete años de instructora de arte en teatro, dice afanarse cada día más en su labor “no importa el sacrificio, cuando de enseñar y salvaguardar la cultura cubana, se trata.”
“Contribuimos a que los niños conozcan nuestras raíces culturales y despertar en ellos vocación por las diferentes manifestaciones artísticas.
“Muy importantes son los talleres de creación y apreciación, donde el estudiante interactúa con ellas”.
Precisamente la escuela es eslabón fundamental para la preparación, desde bien temprano, de quienes cobijarán los valores de nuestra sociedad.
Al respeto acotó la joven instructora:” Aquí no escatimamos horas ni días, para dedicarnos a la hermosa labor de instruir, y crear”.
Su abnegación, voluntad y conocimientos, fueron pilares para integrar durante dos años la Misión Corazón Adentro y llevar enriquecimiento cultural hasta apartados pasajes venezolanos.
Eso-manifestó-me hizo mejor persona y superior profesional.
De regreso hace varios meses a la “Frank País García”, reafirma el privilegio de los niños cubanos de tener colegios como éste donde se les ayuda a ser integrales.
El hecho de que los instructores de arte se agrupen en una brigada que lleva el nombre de José Martí, anima el propósito de hacer del país uno de los más cultos.
“Se impone un buen trabajo educativo desde la infancia y arraigar la escuela como la institución cultural más importante de la comunidad”.
“Igualmente son importantes la superación permanente de cada uno de nosotros y la responsabilidad cotidiana “.
Convencida de la razón de estudiar, Lóriga Fonticoba está a punto de concluir la licenciatura en Instructor de Arte y con ello consolidar sus dos amores: educar y el teatro.
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