La cifra de 3,1 de mortalidad infantil
que alcanzó la provincia de Pinar del Río, en el año recién concluido,
no obedece a la casualidad.
Es la recompensa al esfuerzo mancomunado entre los trabajadores vinculados al Programa Materno-Infantil y las áreas de apoyo.
La fusión de voluntades y empeños hizo
posible que Vueltabajo lograra la mortalidad infantil más baja de su
historia. Orgullo y compromiso del territorio.
Muchos pusieron manos y corazón
El médico de la familia, la asistencia
de cuidados perinatales, neonatales y cuidados intensivos pediátricos,
los hogares maternos, el desarrollo de la genética médica comunitaria y
el banco de leche humana, entre otros factores.
A ello se une la garantía de la atención
médica gratuita, el alto nivel científico y la consagración de médicos,
enfermeros y técnicos.
Igualmente importante fue el papel de la
familia, por su contribución al cuidado del embarazo y la salud de las
madres y los niños.
Los índices de Mortalidad Infantil
disminuyeron en comparación con el 2013, lo que ratifica el arrojo común
por el bienestar de la niñez.
En tanto, los nacimientos aumentaron, se reportan 6 476, un total de 13 más que en el período anterior. Todos con una calidad de vida asegurada.
La tasa de Mortalidad Infantil, que mide
el riesgo de morir en el primer año de vida, permite evaluar la calidad
con que una sociedad atiende y protege a sus niños.
La excelencia del sistema sanitario
cubano es ejemplo para otros países, a pesar de la limitación de
recursos y el impacto que ejerce el bloqueo de Estados Unidos en esta
esfera hace más de 50 años.
Somos dueños de una obra que confirma la grandeza de la Revolución.
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