miércoles, 7 de marzo de 2012

Sin la presencia de la mujer no hay gloria completa.

Cada 8 de marzo deviene en Cuba  jornada de homenaje a la mujer en centros laborales,  de estudio  y hasta en la propia casa, para reconocer su condición de madre, esposa e hija, que es igual decir: estrella y acero.

Toca el cielo  en los gestos por la Patria, en las constantes     lecciones  de amor  y cuando como fiera defiende a sus retoños.

No  por casualidad está en la primera fila del combate por el regreso al hogar de  los cinco compatriotas prisioneros del Imperio .Ninguna madre merece la injusticia de  no palpar a su hijo.

Cuando se habla de alegría por contribuir al desarrollo de la nación, ahí está la sonrisa generosa de la mujer y el brazo enérgico como fuerza decisiva.

Podrá alguien dudar de la capacidad,  entrega,   inteligencia y tesón de las féminas, que junto a sus compañeros han  participado en difíciles momentos de enfrentamiento al enemigo.

Los ejemplos sobran.

La recordamos vestida de miliciana en Girón,   en cada obra grande, en toda victoria ganada y   en el beso que hace crecer y amar.

Hoy, la fuerza femenina en la provincia de Pinar del Río representa el 40 por ciento  de la masa laboral del territorio y el 65  del potencial técnico ,al tiempo que  unas 5800 están incorporadas al trabajo por cuenta propia.

La mujer es mayoría en sectores claves como la Salud y la Educación. Existe notable representatividad en cargos políticos y administrativos, mientras más de 200 son delegadas del Poder Popular.

Brilla en la vida socio económico, en el deporte y la cultura. Su mano tierna alivia el dolor en cualquier lugar que un alma lo necesita.


A pesae de esos logros,es necesario continuar la batalla por consolidar la plena inserción de las féminas a  todas las esferas de la sociedad.

Entonces reafirmariamos:Sin su presencia no hay gloria completa.














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