miércoles, 26 de noviembre de 2014

Con la grandeza del corazón.



 
Sobran razones para reafirmar el orgullo de ser cubano  y vivir a lo cubano.

El verde de los campos, el azul del mar, el gozo de los ciudadanos, la hospitalidad y  la calidez humana, son privilegios de un país, con derroche  de maravillas y bondades, pero no los únicos.

No hay obstáculos que limiten humanidad y amor en esta bendecida tierra del Caribe. Ni siquiera las restricciones económicas impiden seguir adelante con valores que nos identifican en todo el mundo.

Una de nuestras principales riquezas es la solidaridad, que se pone  en alto cada día entre amigos, vecinos, conocidos, compañeros de trabajo y hasta entre desconocidos. Lo mismo se expresa aquí que fuera  de las fronteras. 

Los agramontinos Ricardo Hernández y Margarita Porto solicitaron, mediante la sección Acuse de Recibo, de Juventud Rebelde, ayuda para obtener un medicamento que la mamá de él, de 87 años necesitaba con urgencia. 

 Es usual en los habitantes de esta tierra no deparar en problemas ni necesidades personales a la hora de hacer un bien, ya sea grande o pequeño.

La respuesta ante la solicitud no nos extrañó y además de conmover, fue reflejo, una vez más, de la grandeza de mi Cuba y de su gente.

Como constancia  están las palabras de agradecimiento  de  los familiares, publicadas en el diario de la juventud cubana.

“Estas líneas revelan lo que nuestra familia vivió en horas: un huracán de amor humano. La primera llamada se efectuó a nuestro hogar a las 6 y 30 de la mañana del pasado día 11 y tres días después aún continúan llamando”.

Dicen que escucharon términos muy lindos, mediante la línea telefónica: 

“Su dolor es mío”;”¿le envío un giro, pues no tengo el medicamento, pero si el dinero?;”tome mi dirección y teléfono para que venga a buscarlo”;”al fin del mundo voy por un medicamento, aunque no conozca al enfermo”;”somos cubanos y ayudarnos nos hace grande”;”La solidaridad es el gen de los cubanos”;”díganme en qué puedo ayudarles”.

Es imposible en poco espacio  reflejar las innumerables muestras de ternura enviadas desde distintas partes del país. 

¿Habrá otro  lugar en el planeta donde reine ese altruismo? …No hay nada mejor  que ser  cubano.







No hay comentarios:

Publicar un comentario