martes, 19 de febrero de 2013

Instructores de arte:ejército imprescindible.

El quehacer cultural  en la escuela primaria Frank País García, motivó el interés de mi visita al centro.
El toque artístico y  un entorno  acogedor  destacan desde la entrada al  plantel, situado en el reparto Raúl Sánchez, uno de los construidos por la Revolución, en la capital pinareña.

En ese lugar cuatro  jóvenes   promueven  arte y  son alma y alegría del colectivo.

Entre ellos figura Marilé Lóriga Fonticoba, una  expresiva muchacha,   a tono  con la profesión que escogió.

Tan pronto  comenzamos a hablar percibí el amor  que siente por  su trabajo.

 Graduada hace siete años de instructora de arte  en  teatro, dice  afanarse cada día  más en su labor “no  importa el sacrificio,  cuando de enseñar y salvaguardar la cultura cubana, se trata.”

“Contribuimos  a  que los  niños conozcan nuestras raíces culturales y despertar  en ellos vocación por las diferentes manifestaciones artísticas.

“Muy importantes  son los   talleres de creación y apreciación, donde el estudiante interactúa  con ellas”.

 Precisamente la escuela es  eslabón fundamental  para la  preparación, desde bien temprano, de quienes cobijarán los valores de nuestra sociedad.

Al respeto  acotó la joven instructora:” Aquí no escatimamos horas ni días, para dedicarnos a la hermosa labor de instruir, y crear”.

Su abnegación, voluntad y conocimientos, fueron  pilares para  integrar  durante dos años la Misión Corazón Adentro y llevar enriquecimiento cultural  hasta apartados pasajes venezolanos. 

Eso-manifestó-me hizo mejor persona y  superior profesional.

De regreso hace varios meses a la “Frank País García”, reafirma el privilegio  de  los niños cubanos de tener  colegios como éste donde se les ayuda a ser integrales.

El hecho de  que los instructores de arte se agrupen en una brigada que lleva el nombre de José Martí, anima el propósito de hacer del país uno de los más cultos.

“Se impone   un buen trabajo educativo desde  la infancia  y arraigar la escuela como la institución  cultural más importante de la comunidad”.

“Igualmente son importantes la superación permanente de cada uno de  nosotros y la responsabilidad cotidiana “.

Convencida de la razón de estudiar,  Lóriga Fonticoba  está a punto de concluir la licenciatura en Instructor de Arte y con ello  consolidar sus dos amores: educar y el teatro.


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