miércoles, 8 de mayo de 2013

Antonio Briones Montoto:Fiel a la Revolución.


Hay hombres que por la heroicidad y   ejemplo imperecedero,   sus nombres se repitan,  en  centros, escuelas y comunidades, como homenaje de recordación.

Uno de ellos es  Antonio Briones Montoto, quien desde la etapa estudiantil, en el Instituto de Segunda Enseñanza, de La Habana  se suma a   manifestaciones contra la dictadura bastistiana.

"A partir de esa época empecé a comprender el significado de la lucha y me convertí en un revolucionario consciente".

No fue casual  tal valoración de quien fuera activo participante en Acción y Sabotaje del Movimiento 26 de Julio.

  Contribuyeron a sus ideas la  profundización de los estudios, la llegada a él  de “La Historia me Absolverá” y la influencia  de los padres, ambos de  estirpe revolucionaria.

Con  clara convicción asumió la vida aquel muchacho alegre, tremendamente humano, y valiente, que  se destacó en la lucha por el triunfo de las ideas de justicia social.

  Detenciones y  constante persecución de la policía, lo obligan a marchar al exilio. 

En Méjico es entrenado en la lucha guerrillera y en los preparativos para volver a Cuba  e incorporarse a las tropas del Che, en la Sierra del Escambray.

En ese momento  triunfa la Revolución Cubana,  el fervoroso patriota regresa  y se  integra a las tareas de la  nueva sociedad.

Luego de ocupar varias responsabilidades laborales y elevar la superación cultural, Briones Montoto pasa a oficial del Ministerio del Interior, después a su Dirección de Seguridad Personal, y por último, a las Tropas Especiales.

Llega para este hombre su  mayor anhelo, “cumplir una misión internacionalista en cualquier parte de nuestra América”, según sus propias palabras.

Atrás quedaba el hogar, la familia y dos hijos, a los cuales les pedía ser como él, fieles a la Revolución.

“Estoy feliz, pues me ha llegado el momento y salgo con una fe extraordinaria”, le escribió al hermano en la carta de despedida, antes de partir a cumplir una misión en Venezuela.

En la labor de apoyar la lucha de los revolucionarios venezolanos,fue detenido ,y al día siguiente el 8 de mayo de 1967,cobardemente asesinado.

Cumplió con un sagrado deber. Como expresó Fidel “Quien no sea capaz de luchar por otros, no será nunca  suficientemente capaz de luchar por sí mismo.”

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