sábado, 13 de julio de 2013

Compay Segundo,en el recuerdo de su pueblo.




Nació en una de las más bonitas playas del país, la de Siboney, en Santiago de Cuba y  cultivó  una hermosa obra musical. 

Fue lo bello parte de la   vida de Francisco Repilado Muñoz, uno de los íconos de la música popular cubana.

 Reconocido mundialmente como Compay Segundo, el famoso cantante y compositor,  integró una familia de humildes campesinos, quizás  base de su sencillez y     de los valores humanos que caracterizaron al singular intérprete.

Muy pequeño  tuvo que alternar en los oficios de barbero y tabaquero para ayudar a la casa, pero nada lo apartó de  la música, a la cual dedicó la existencia. 

La grandeza   de esa  estrella del Son está avalada por más de cien composiciones, entre ellas el inolvidable Chan Chan .También por sus cualidades  como guitarrista, clarinetista y percusionista e inventor del armónico, un híbrido de siete cuerdas.

El talento, sabiduría popular, alegría y el contagioso ritmo  de sus canciones completan  la  notoriedad  del legendario trovador cubano, que disfrutó del éxito en escenarios nacionales e internacionales.

Teatros de ciudades como Nueva York, España y Francia vibraron  al calor de su música llena de cubanía, aún viva en admiradores de todo el mundo.

A los 95 años, el 14 de julio de 2003, nos dijo adiós. Desde entonces esta gloria de la cultura cubana  se eternizó en el recuerdo de su pueblo.



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